La parte mineral de los residuos sustituye a los materiales minerales primarios (como la piedra caliza, la arcilla o el hierro) y la parte combustible proporciona la energía necesaria para la producción de clinker. Como resultado, el 100% de los residuos se reciclan o recuperan sin producir ningún residuo adicional. La tecnología utilizada también asegura la destrucción de los componentes tóxicos.
El coprocesamiento consigue un rendimiento medioambiental superior al de los vertederos y la incineración, como demuestran los estudios de evaluación del ciclo de vida.
El Convenio de Basilea del PNUMA reconoce que el coprocesamiento es una opción práctica, rentable, segura y preferida desde el punto de vista ambiental en comparación con otras opciones de tratamiento de residuos.